sábado, 7 de julio de 2007

Sé que soy un poeta oblicuo,
de educación planchada y redoblada al escabeche.

Mas yo quería conocerte, poesía,
pilucha, y no más
ocupar tus tesoritos silabados
para en las salivas de dos
remojar las lenguas, cavar
túneles en las dunas
del aire entre esos dos,
los siempre otros nosotros dos.

lunes, 7 de mayo de 2007

Natural Woman

Ella se ve mal y su pose es fea
la cosmetiqueria revelde
le hace zancadillas al pasar

Ah, su pelo! ya no se avalanza como crin de brío y brillo
y Alberto, el capitán
no naufraga
está en la orilla

la belleza multinacional
mutilacionó su belleza
padece estigmas de rímel
y no besa sino al rouge.

De nuestra mujer natural
no queda ni el sobrepeso.

viernes, 4 de mayo de 2007

El Adiós

Me saludaban todas la hojas del otoño
pero en verdad
se despedían de sus árboles.

martes, 24 de abril de 2007

Ya vuelvo

volver a ti es como nacer una mirada al día;
como soplar un remolino y girar yo.

vuelvo a ti como la lluvia se vuelve océano mar adentro
vuelvo a un país
de praderas suaves
de desiertos quietos
de montes sin cumbre
de estrellas tangibles

vuelvo por los serpenteantes senderos de mi accidentada sinrazón
a recuperar el recuerdo de ese beso de miel:
de mi trabajo la miel

vuelvo empapados los hombros del recuerdo
del aroma de tu recuerdo que olvide

vuelvo ateo y menguado,
manchado de la sangre que me saco la estulticia al doblegarme

vuelvo sin souvenir que diga donde fui
porque donde no somos uno tu y yo
no hay lugares ni momentos
ninguna noche le enfría la cama al sofocado sol
ningún suelo espera mis pies andariegos
ninguno de estos versos hay por ser bailados

amor vuelvo
vuelvo mañana
mañana vuelvo

martes, 10 de abril de 2007

i.e. el amor

El perfume de tu perfume
hasta la punta de tus dedos
la idea de la parábola de tu espalda
la posibilidad de tu bajo vientre en flor

tus ancas de virtuosísima yegua
el contemplar altivo de tus pechos
la técnica acabada de tus labios

los diálogos subterráneos de tu pasión
lo bello de tu pelo: tu ser
los eclipses sucesivos en tu parpadear
el devenir del orbe de tu sonrisa.

lunes, 9 de abril de 2007

Qulo vadis

Me veo como el del reclam de...
haciendo de las mías
con mis zapatillas
subido en un farol
de luz
con ánimo y mujer con ánimo
como actores de papel maché

me veo como al del reclam de...
alto, arriba alto
clavado en una cruz
pecando de doler
de luz
vago, dando un golpe en vago
padeciendo el placer de padecer

me veo como el del reclam de...
que soy yo
que al final
es usted.

jueves, 5 de abril de 2007

Mentix Memorandum

al olvido nadie lo invito
el hombre es eterno de experiencias
el teléfono de mi casa de chico
suena como una locomotora brillante
la estrepitosa risa de la madre prohibida; los sollozos
como guillotinazos en la garganta del niñito Yo;
el antiguo pecado garante de culpas verdaderas y
de amores verdaderos
una mudanza
la oscura fosforescencia de los ochenta.
después platón como una sinfonía;
Nietzsche como la aventura que empieza;
aquel yo que yo fui
no son como 2+2.

-oler hacia atrás es factible-

Mi Ley

cuando imagino algo veo su ley
a mí
a mí me imagino sentado
borracho
puesto
incapaz de miel
de alfajores
de helados y galletas
y el domingo llega con todo
y con todo lo que le falta

lunes, 2 de abril de 2007

Dia del Joven Consumiente

Ha llegado el momento para poner a prueba la veracidad de las palabras de Eli de Caso y el resto de las insufribles divas de las amas de casa. ¿Podrá el uniforme de mi hijo resistir el trato que recibirá este jueves épico? Porque se conserva la dignidad siendo tratado como un perro por los carabineros, pero no es lo mismo si en medio de una acrobática patada voladora con destino en las espaldas de un sobrestimado (por todos los sectores de la sociedad) paco cede una costura del tiro y quedan expuestos unos lozanos testículos adolescentes, que de mirarlos seríamos culpables de estupro.
Para los que no lo sepan, el día del joven combatiente nace como un homenaje al asesinato de los hermanos Vergara Toledo a manos de funcionarios de Carabineros de Chile en el año 1985. Por aquellos años no era raro que algún uniformado, envestido de una confianza ilimitada en la justicia castrense que lo juzgaría, se diera algún gustito en las calles y recurriera a su arma de apoyo para hacer valer la fuerza de sus ideales. En este escenario me parecería perfectamente posible celebrar el día del anciano combatiente o el del Cristo del empresario. Por otra parte, los padres de estos jóvenes hermanos jamás admitieron que fueran jóvenes combatientes, ni mucho menos que murieron combatiendo, hecho que deja claro que en chile no sabemos escoger muy bien a los mártires y héroes que van a representar a los ideales de la patria, pues en muchos casos con un pequeño examen histórico, el ideal al que se les asocia se reconoce como incompatible con sus biografías.
Alguna razón ha de tener el individuo para ser parte de una masa en la que es convocado, y no obligado a participar. Tan claro es esto, que en periodos más primigenios de la democracia moderna, era posible un sondeo en las calles, y para legitimarlo estaban las piedras y el combate cuerpo a cuerpo. Hoy día, sin embargo, siendo de un grado de complejidad mucho mayor los problemas de la ciudadanía que el de los de aquel entonces, se ha instalado la ignorancia y la marginalidad (tanto como en tanto no participación, como urbanísticamente) más que como una opción. Los medios de información son efectivos, pero oligopólicos. No se puede comparar la efectividad de la televisión con la de un panfleto (o millones de panfletos, da igual). Es justo aquí donde se abre una reflexión complejísima: ¿Por qué es el caso que en un canal de televisión se exhiba un panfleto dejado en la esquina donde se detono una bomba, en el que se informa la hora y lugar y se balbucean razones paralelas (el transantiago y el sistema neoliberal) de la convocatoria con motivo del día del joven combatiente? Si para informar algo en la televisión sin tener que gastar una suma astronómica de dinero hay que poner una bomba, estudio química. Pero la cosa no es así. Puede tener que ver con la mala publicidad que algunos podrían querer hacerle a la presidenta (no olvidemos que Piñera, actual dueño de chv, fue quien perdió las elecciones pasadas contra Bachelet), y así, a mayor convocatoria peor es su gestión.
Por otra parte parece que los escolares, después de las jornaditas de mayo chilensis, le han tomado el gusto al ejercicio de ese pequeño apéndice de la democracia que nos permite elevar nuestras plegarias civiles a los santísimos ministerios en la vía publica, y así poner al país al tanto de nuestras necesidades, o denunciar los atropellos, etc. Esta nueva moda entre los colegiales tiene un fuerte aliciente para instalarse entre las metodologías de acción cívica favoritas dado el éxito que tuvieron el año pasado cuando el motivo era la reforma de la Ley Orgánica. (que esta semana pasará al senado).
Lamentablemente, en este país a nadie le importan los jóvenes. Son un gasto importante para el estado y para las propias familias y no aportan sino utopías irracionales. Son drogadictos y económicamente dependientes. En resumen, no es fácil encontrar donde es que el país los necesita; donde orientar ese torrente inconmensurable de energías que puede desplegar el joven. Afortunadamente, algunos ya dieron con la solución a esta encrucijada: el empresariado. ¿Qué hago, se dijo la mente bursátil, con un grupo muy numeroso de personas que no tienen claras sus expectativas de la vida; que el país no ha sido capaz de cobijar ni integrar en su historia; que reciben plata sin esfuerzo y no tienen gastos ineludibles ni deudas? Parecen ser una fuente inagotable de consumo. Y lo son, al punto que hoy se habla en la jerga empresarial de la “generación Y”. La “generación Y” se define en función de ciertos bienes de consumo, como las consolas de videojuegos, y algunas guerras que vieron por la tele.
Es una lastima que los jóvenes que manifiestan su descontento como lo habrían hecho los mas respetables anarquistas de la guerra civil española o de la UP, no se den cuenta hoy de que en el sistema categorial de una persona adulta con sus facultades mentales intactas, un joven que viste pantalones apretados, un pañuelo cubriendo su rostro y tira piedras a los pacos no es mas “conciente” que un lolo que baila reggeton libidinosamente con una polera de equipo de basketball gringa en un local del centro. La diferencia es que uno es un delincuente y el otro no.

jueves, 22 de marzo de 2007

Dn. Andrés Bello

Vivimos en un país donde la enorme mayoría de los habitantes es incapaz de reconocer a Shakaspeare de Cervantes. Vivimos en un país en que la cultura ocupa uno de los últimos lugares en la jerarquía de de temas de interés para la opinión publica ( a menos que llegue de Francia una niña de seis metros que se méa en la mitad de la plaza de armas. Pero, lamentablemente, la última obra de Habbermas es incapaz proporcionar tal espectáculo). Vivimos en un país donde el derecho de educarse, garantizado por la constitución, corre mas por cuenta de los particulares que del estado. Vivimos en una época en la cual contamos con herramientas tan sofisticadas como precisas para la difusión de la información (TV, Internet, entre otras), sin embargo Isabel Allende se niega a aceptar que su ultima novela (libro que tampoco será un aporte cultural de primera línea para occidente) sea vendida en la calle a un precio razonable y al alcance de un ser humano que vive y mantiene a una familia con dos mil dólares al año. ¿Dónde quedó el ideal ilustracionista de personas como Andrés Bello o Camilo Henríquez? Como niñito de bien con pocas habilidades para el balompié, sentí muy tempranamente cierto interés por los libros. Mi padre, quien por ese entonces ejercía de abogado, contaba con una discreta biblioteca donde asomaban entre los tratados de derecho civil las obras de Platón, Montesquieu, Tolstoy y a. France, entre otros. Yo, desde un punto en adelante, siempre tuve en mi velador alguna de estas trabalenguosas obras. Jamás fui capaz de terminar siquiera un diálogo, sin embargo lo pasaba de maravilla leyendo las aventuras de Sócrates. Esta es una historia que pocos de mis coetarios pueden contar, pues la mayoría de los que tuvieron mis oportunidades estaba mas preocupados de la campaña del Colo en la libertadores que del suicidio (político y literal) de Sócrates. Del otro lado de la moneda (o de la ciudad, para ser más exacto), el resto de mis coetarios dudaban si volver a sus hogares destruidos por el alcohol y la violencia un día martes después de una jornada de clases en un liceo destruido por el descuido y la negligencia de toda una sociedad (educandos incluidos). ¿Cómo es posible que un país que tuvo la suerte de contar con un educador tan preclaro como Bello termine siendo presa tan fácil de la ignorancia, el consumismo y el facilismo? Tal vez la respuesta a esto se encuentra en las falencias y descuidos en que incurrió nuestro panamericanista educador.
Don Andrés bello nace en 1781, en caracas y recibe su educación superior en la misma ciudad en el Seminario y Universidad de Santa Rosa. Allí aprende el latín por las exigencias curriculares del bachillerato en artes que cursa. Al terminar su bachillerato decide aprender por cuenta propia el francés y el inglés, decisión absolutamente desentendida de la realidad de su país que solo hoy, después del exterminio de alguno que otro, cuenta con una treintena de pueblos indígenas organizados y distribuidos en mas de 1500 comunidades. No gracias a él es que hoy esta consagrado en la constitución de Venezuela el uso oficial (para las respectivas comunidades que las mantienen vigentes) de las al menos 31 lenguas indígenas que aun se conservan. Queda claro entonces que el interés de Andrés Bello no tiene nada que ver con alguna realidad que le inquietaba de su tan querida América, sino que es alimentado principalmente por las ansias de llevar a cabo un ideal irresponsable y utópico. Claramente él no visualizó la complejidad de las repúblicas que surgían en este continente aun ignota en aquel entonces para la Europa ilustrada, e ignota para la mayoría de nosotros incluso en la actualidad.
Andrés Bello no tuvo desavenencia alguna con su pluma y no supo, al parecer, de épocas de sequía literaria. Su prolífica obra está reunida en una edición de 26 tomos, y gruesos. Sus principales intereses son: las palabras (filología, gramática, poesía, critica literaria), los asuntos de estado (código civil, derecho internacional, derecho romano), la filosofía (principalmente la del entendimiento) y la educación. También hay un tomo de los 26 dedicado a la “cosmografía y otros temas de divulgación científica”. Pero no nos dejemos engañar por este currículo de hombre de letras “chasquilla”. Sus obras no adolecen en lo más mínimo de superficialidad. Su “Gramática de la lengua española destinada al uso de los americanos” (de los que saben leer, y en español, por supuesto) goza de la fama de ser de las mejores y más útiles gramáticas castellanas alguna vez escritas. Trabajó en la reconstrucción del poema del Mio Cid, siendo su labor reconocida por los más excelsos estudiosos de dicha obra. Pero de lo escrito por el venezolano nacionalizado chileno, la pieza de mayor trascendencia es, sin duda, el Código Civil de la República de Chile. Trabajó también en el equipo de redacción de “La Araucana”, fue senador de la republica durante tres periodos consecutivos, desempeñó un rol protagónico en la creación de la universidad de chile… en fin, no era un hombre que le hiciera el quite a la opinión pública.
¿Por qué una persona que dedicó su vida casi religiosamente a la libertad de todo un continente es hoy puesto en entredicho por un holgazán de mi talla? Es muy fácil observar la obra de Bello y estarle inmediatamente agradecido por tal dedicación y laboriosidad. Sin embargo creo que hemos de ser un poco más cuidadosos a la hora de estallar en aplausos e idolatrar a algún personaje histórico, sin importar cuantas calles lleven su nombre o cuantas toneladas de bronce se han fundido en honor de su busto. Los problemas de América Latina hoy nos parecen a todos evidentes. La pobreza, la pérdida acelerada de la identidad popular (o cultural), el escaso nivel de industrialización, las constantes desavenencias internas de los distintos actores sociales de cada país y de los mismos países entre sí, son algunos de los indicios de decadencia precoz que muestra el último de los continentes en aparecer en el certamen global. Para mí, los orígenes de estos problemas están en los esfuerzos que se han hecho por ajustarnos al modelo cultural europeo, en desmedro de nuestra identidad quiltra y jovial. La independencia de nuestro país no fue, al parecer, un proceso cultural, sino más bien un acontecimiento político. Por eso es que políticos de la talla de Bello son recordados con tanto encomio por los libros de historia del colegio.
Sobre Andrés Bello hay muy poco que desmitificar, pues es alguien que, por una parte, fue un personaje público de su época, y por otra, fue siempre un hombre de letras y especialmente un jurista que se mantenía alejado de los escándalos de los bohemios de ese entonces (salvo, tal vez, cuando participó de la generación del 42. sin embargo esa no fue una generación de literatos al estilo “Beat”, sino que fue un movimiento de pensadores). Lo que si hay que hacer con la figura de Andrés Bello es someterla a exámenes críticos del tipo que intento yo llevar a cabo acá, examen del que no debería estar exento ninguno, sin importar cuan representativo sea de algún ideal que algún gobierno desee graficar.

miércoles, 28 de febrero de 2007

Todos los Festivales

Damos por terminado el festival. Dejamos en el pasado la versión 2007 del circo despiadado de la farándula criolla. Miramos hacia atrás perplejos, sin todavía poder entender muy a cabalidad qué cresta es lo que ha pasado en Viña. Es que todo sucede tan rápido, y en las cuatro o cinco jornadas que configuran este evento de escasísimo valor cultural, de tremendo presupuesto y máxima cobertura mediática, no tenemos tiempo siquiera para parpadear si no queremos perdernos alguno de los loables esfuerzos que hacen los caricaturescos personajes de nuestra pedestre farándula por demostrar por qué ellos son los famosos y no uno. En ese sentido, los organizadores del certamen son los que menos pueden disfrutar del festín de los flashes, por tener en sus manos la responsabilidad de que el nivel del festival mismo no caiga tan bajo como el de los programas de TV acerca del festival. No es de esperar, por ejemplo, que Lagos se empelote frente a las cámaras ni que Tomicic muestre una pechuga. Ellos tienen un papel un poco más importante que la escenografía y su protagonismo es minúsculo; en ellos es mejor vista la discreción. Tampoco son los artistas de la competencia nacional o internacional quienes reportan para sí algún dividendo considerable del festival. Tan en desacuerdo con el actual “espíritu” del festival están dichas competencias que parece inexplicable, salvo por el estilo anticuado de la ciudad de Viña en general, que aún formen parte del programa del festival. Pocos artistas ganadores de la competencia internacional han consolidado el triunfo con una exitosa carrera ni muchos menos han cristalizado una exitosa carrera en un triunfo en la misma competencia. Revisando la lista de los ganadores de últimos 44 años de festival, los nombres que suenan familiares no son sino el del cantautor italiano de pésimo gusto, Paolo Meneguzzi, o la rock star chilena prima del vecino de un ex cuñado de algún Parra, Javiera Parra. El resto no me suenan ni me interesan. Aceptémoslo, este año los principales ganadores del festival fueron aquellas carreras de periodistas de espectáculo (concepto que con el protagonismo que tienen en el espectáculo los mismos periodistas es como si Sergio Livingstone comentara los partidos de la selección mientras ataja él mismo) o show girls que venían en picada y que arriesgando el todo por el todo en una sola jugada han vuelto –no sabemos por cuanto tiempo- a llenar las portadas hasta de los diarios más “serios”.

martes, 27 de febrero de 2007

La noche de las gracias

La coquetería se partió en dos borrachas
Naufragas nocturnas de sus vaginas
Perdidas en la tormenta de las mentiras
Al cuidado de dos padres aprehensivos

La belleza se dispuso en dos poses
Caracolas carmesí contorsionadas
Vástagos de putas inexpertas
Facsímiles de musas respetables

El amor se arrancó en dos direcciones
Una opuesta, igual la otra –que desgracia
Y explotó como un fuego artificial
En plena homilía exagerada de la vanidad

El velo de la publicidad

Hoy impera (literalmente) una concepción desviada del hombre donde, en su calidad de homo sapiens, se considera a sí mismo y a sus congéneres como participes de la especie que piensa, pero cada uno (salvo aquellos seres supremos que saben como funciona un control remoto) el espécimen que ignora datos y es incapaz de procesarlos y entender, ni siquiera el abrumador misterio que es nuestra presencia acá, en el mundo, sino que algo tan patente como la mecánica de las cosas. Hoy por ejemplo me encontraba realizando la noble tarea de limpiar la jaula de mis aves de gracioso vuelo coartado, cuando estimé conveniente auxiliarme por alguno de los muchos cocteles químicos que guardamos en los lugares lo más al alcance de los niños posible de nuestra casa y que cotidianamente conocemos como productos de limpieza. Hay que aclarar que estas botellitas no contienen jamas “blancura insuperable” para su alma, ni que manteniendo su cocina y baño lo más parecido posible a un quirófano se prevendrá de la pandemia, tan temida, mas de esperar para cualquier organismo tan complejo como nosotros. Mi objetivo era sacar caca de periquito australiano de un ventanal. Me encuclillé frente al lavaplatos y, gavetas de par en par abiertas, comencé a revisar qué frasco contenía el producto con las propiedades químicas necesarias para lograr mi objetivo, pero me encontré con que la preocupación por la limpieza tiene una forma mucho menos clara que lo que a primera vista parece. De hecho la preocupación por la limpieza trascendió su efecto antiséptico para instalarse entre nosotros como un símbolo de nobleza y estatus social. La publicidad toma conciencia y apela a esto en sus producciones, y así el mercado de productos de limpieza ha surgido como uno absolutamente esloganista y artificial. Se hacen intentos por refrenar este tipo de situaciones: como, por ejemplo, la exhibición obligatoria de los valores nutricionales de los alimentos en sus envases. Esto supone que los niños deberían aprender en el colegio cual es la diferencia entre la “grasa total” y la proteína y, ayudada un poco su débil voluntad por figuras paternas ortopédizantes, ser capaces de alimentarse como conviene a un cuerpo que ha de estar siempre listo para algún juego. Contradictoriamente, los índices de obesidad infantil crecen sostenidamente. Hay ejemplos mas graves de la confianza absoluta en la idiotez de la gente: en los medios. No es la idea andar correteado por la vida pensando que el gran hermano nos vigila mientras nos masturbamos a puerta cerrada, la idea es reconocer cómo nos hemos sumido en un proceso de desilustración, que no es para ninguno un misterio. Los músicos de planta del Municipal de Santiago., que para obtener un titulo de instrumentista profesional van a la universidad por mas tiempo aveces que un médico de especialidad -es decir, de seguro por mucho mas que un MBA- tienen que salir a mostrar su trabajo a la vereda de enfrente del teatro para concienciar a la sociedad de su desesperada situación. En diplomacia la cosa anda tan mal que hemos sido incapaces de abrir un dialogo intercultural respetuoso –en el momento que mas necesario se hace- y el presidente de uno de los países más prósperos del mundo occidental es un belicista demente con menos cultura que un estudiante de periodismo de segundo año. Acá en Chile tenemos la perfecta excusa para considerarnos idiotas: el alicaído estado de nuestra educación. Por eso es que no nos extrañamos de que las mujeres queden encintas a los catorce; es por eso que cuando salen los escolares a destruir santiago lo enaltecemos como el más procedente acto de reivindicación de un derecho fundamental negligentemente descuidado por el gobierno. No todos tenemos que ser físicos cuánticos, porque es el caso que alguien tiene que cosechar las papas para comer y las uvas para hacer el vino. Sin embargo, no hay excusa para la manera hollywoodense de presentarnos las cosas que tiene la publicidad. Sería maravilloso si nosotros, sabiendo que un detergente es a base de glicerina, pudiéramos discernir en que situación ocuparlo, con que costo para el ecosistema y que resultado cabe esperar, y no depender de un logotipo colorinche -que nada dice sobre la composición del producto- para creer saberlo. Seria maravilloso que la gente conociera un poco mas el mundo y no tanto el supermercado.

Bienvenidos

Bienvenido sea aquel que tropiece con este blog. El sitio en el que se encuentra usted es el espacio que un humilde servidor ha formado para hacer pública su opinión respecto de los mas diversos temas, y así romper un cántaro que ya ha recibido suficiente agua: me refiero a la tremenda cantidad de información que maneja uno –o que tiene la posibilidad de manejar- en esta era del florecimiento exacerbado de las telecomunicaciones y específicamente, de la Internet. Cabe mencionar, como una aclaración para varios, que no somos por estos días partícipes de un periodo de la historia donde se ha refinado la capacidad para comunicarse según los parámetros del entendimiento entre comunicadores y receptores, ni mucho menos se ha enriquecido el mensaje a entregar. Lo que ha pasado es que hemos aprendido a gritar más fuerte; a ser escuchados en rincones menos poblados. Y por el otro lado, tenemos hoy la capacidad de afinar nuestro oído para escuchar voces lejanas, voces que provienen de pequeñas provincias, de comunidades menos populosas y “tribus” más específicas. En este escenario me presento a Ud. sin nombres ni emblemas que le puedan desorientar creando una falsa imagen de quien postea. Considéreme no más que una persona que quiere mantener un epistolario –a la usanza de los hombres y mujeres de letras de antaño- con la más amorfa e irracional de las comunidades: la comunidad virtual. Siéntase, querido mas dispensable para mi trabajo, lector, invitado a comentar en este blog lo que sea, por más absurdo u ofensivo que pueda parecerle a usted, pues yo cundo posteé consideraré, al igual que debería usted, que lo escrito por mi no es lectura obligatoria siquiera de mis más encarecidas amistades. Quienes si tienen la obligación insoslayable de estar al tanto de lo que en este blog aparece son mi muy querido hermano Pedro y mi cuñada, su señora, Sofía, quienes en un esfuerzo mucho más grande que el que yo despliego aquí, han sido capaces de arriarme desde la insufrible zahúrda de la inactividad, a la creación de Paradoxai. Para ellos que en varias de nuestras incontables borracheras han llegado a declararse como lectores por adelantado de mi blog, les dejo la responsabilidad de mantener en marcha el contador de visitas. Gracias a ellos y a los demás que se interesen por mi trabajo.