martes, 27 de febrero de 2007
Bienvenidos
Bienvenido sea aquel que tropiece con este blog. El sitio en el que se encuentra usted es el espacio que un humilde servidor ha formado para hacer pública su opinión respecto de los mas diversos temas, y así romper un cántaro que ya ha recibido suficiente agua: me refiero a la tremenda cantidad de información que maneja uno –o que tiene la posibilidad de manejar- en esta era del florecimiento exacerbado de las telecomunicaciones y específicamente, de la Internet. Cabe mencionar, como una aclaración para varios, que no somos por estos días partícipes de un periodo de la historia donde se ha refinado la capacidad para comunicarse según los parámetros del entendimiento entre comunicadores y receptores, ni mucho menos se ha enriquecido el mensaje a entregar. Lo que ha pasado es que hemos aprendido a gritar más fuerte; a ser escuchados en rincones menos poblados. Y por el otro lado, tenemos hoy la capacidad de afinar nuestro oído para escuchar voces lejanas, voces que provienen de pequeñas provincias, de comunidades menos populosas y “tribus” más específicas. En este escenario me presento a Ud. sin nombres ni emblemas que le puedan desorientar creando una falsa imagen de quien postea. Considéreme no más que una persona que quiere mantener un epistolario –a la usanza de los hombres y mujeres de letras de antaño- con la más amorfa e irracional de las comunidades: la comunidad virtual. Siéntase, querido mas dispensable para mi trabajo, lector, invitado a comentar en este blog lo que sea, por más absurdo u ofensivo que pueda parecerle a usted, pues yo cundo posteé consideraré, al igual que debería usted, que lo escrito por mi no es lectura obligatoria siquiera de mis más encarecidas amistades. Quienes si tienen la obligación insoslayable de estar al tanto de lo que en este blog aparece son mi muy querido hermano Pedro y mi cuñada, su señora, Sofía, quienes en un esfuerzo mucho más grande que el que yo despliego aquí, han sido capaces de arriarme desde la insufrible zahúrda de la inactividad, a la creación de Paradoxai. Para ellos que en varias de nuestras incontables borracheras han llegado a declararse como lectores por adelantado de mi blog, les dejo la responsabilidad de mantener en marcha el contador de visitas. Gracias a ellos y a los demás que se interesen por mi trabajo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¡Por fin ha abierto sus ojitos este tan esperado blog! Es como un niño dando sus primeros pasos en este el mundo de la autopublicación expansiva. Esperamos con ansias pronto leer los frutos de aquella enmarañada e inexplorada selva que llevas entre las sienes. ¡Parabienes, mi hermanito bloggero!
Publicar un comentario