El hola
Con una pequeña contorsión
de la lengua (que llega
al alma, y ésta
a algunas glándulas),
comienza la mueca brutal
que significa lo que significa y ya.
El adiós
Ésta es una picardía estridente
en el oído del otro,
que no es que duela como estridente
en el oído del otro (audible ahí,
en el adiós),
pero ronronea telúrica
y hay que caminar ¡ay,
qué caminar!
viernes, 7 de noviembre de 2008
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