sábado, 7 de julio de 2007

Sé que soy un poeta oblicuo,
de educación planchada y redoblada al escabeche.

Mas yo quería conocerte, poesía,
pilucha, y no más
ocupar tus tesoritos silabados
para en las salivas de dos
remojar las lenguas, cavar
túneles en las dunas
del aire entre esos dos,
los siempre otros nosotros dos.

5 comentarios:

Olaf del Real dijo...

Queridos lectores (de haberlos):
el poema que antecede a este comentario no posee títilo, como podran sin mayor esfuerzo notar. agradeceria sugerencias para el mismo, y estoy dispuesto a premiar al que acierte con, si es un hombre, una amistoso apreton de mano; y si es mujer, una amistosa cena roamntica en el romantico cerro san cristobal al ocaso.

Topi dijo...

Yo como que soy una poetisa tangencial... o logarítmica, o algo así.

Topi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Topi dijo...

En el colegio me enseñaron los principios matemáticos de la poesía. En el colegio también me enseñaron francés. No aprendí uno ni lo otro. Los franceses y su idioma son una mierda. Su extinción la lamentaría menos que la de esos inútiles pandas, o esas lagartijas ciegas de las cavernas. Y eso que tengo parientes en Francia.
Ah, la poesía tampoco se explica matemáticamente. ¿Realmente creyeron que iba a ser así de fácil? Ingenuos. Nos saben ni papas.

Olaf del Real dijo...

Si la poesia se explicara matematicamente, me dedicaria a las matematicas.